LA CONTAMINACIÓN DE AGUAS
El
problema de la contaminación de las aguas dulces es conocido de
antiguo. Uno de los primeros testimonios históricos lo constituye el
relato de las Sagradas Escrituras (Éxodo, 7, 14-25) acerca de una de las
diez plagas de Egipto, en la que se describe la transformación en
"sangre" de las aguas del río Nilo. Dicho fenómeno fue sin duda debido a
la contaminación biológica producida por microorganismos (algas,
bacterias sulfurosas o dinofíceos). Con el incremento de la población y
el surgimiento de la actividad industrial la polución de ríos, lagos y
aguas subterráneas aumenta constantemente. La Organización Mundial de la
Salud define a la polución de las aguas dulces de la siguiente manera: "Debe
considerarse que un agua está polucionada, cuando su composición o su
estado están alterados de tal modo que ya no reúnen las condiciones a
una u otra o al conjunto de utilizaciones a las que se hubiera destinado
en su estado natural".
La OMS ha establecido, también, los límites máximos para la presencia de sustancias nocivas en el agua de consumo humano:
Sustancias
|
Concent. Máxima (mg/l)
|
Sales totales
|
2000
|
Cloruros
|
600
|
Sulfatos
|
300
|
Nitratos
|
45
|
Nitritos
|
No debe haber
|
Amoníaco
|
0,5
|
Mat. Org.
|
3
|
Calcio
|
80
|
Magnesio
|
50
|
Arsénico
|
0,05
|
Cadmio
|
0,01
|
Cianuros
|
0,05
|
Plomo
|
0,1
|
Mercurio
|
0,001
|
Selenio
|
0,01
|
Hidrocarburos aromáticos policíclicos
|
0,0002
|
Biocidas
|
No hay datos
|
De
acuerdo a la definición que da la OMS para la contaminación debe
considerarse también, tanto las modificaciones de las propiedades
físicas, químicas y biológicas del agua, que pueden hacer perder a ésta
su potabilidad para el consumo diario o su utilización para actividades
domésticas, industriales, agrícolas, etc., como asimismo los cambios de
temperatura provocados por emisiones de agua caliente (polución
térmica).
En realidad, siempre hay una contaminación natural
originada por restos animales y vegetales y por minerales y sustancias
gaseosas que se disuelven cuando los cuerpos de agua atraviesan
diferentes terrenos.
Los materiales orgánicos, mediante procesos
biológicos naturales de biodegradación en los que intervienen
descomponedores acuáticos (bacterias y hongos), son degradados a
sustancias más sencillas. En estos procesos es fundamental la cantidad
de oxígeno disuelto en el agua porque los descomponedores lo necesitan
para vivir y para producir la biodegradación.
SUSTANCIAS CONTAMINANTES DEL AGUA
Hay
un gran numero de contaminantes del agua que se pueden clasificar de
muy diferentes maneras. Una posibilidad bastante usada es agruparlos en
los siguientes ocho grupos:
Son
los diferentes tipos de bacterias, virus, protozoos y otros organismos
que transmiten enfermedades como el cólera, tifus, gastroenteritis
diversas, hepatitis, etc. En los países en vías de desarrollo las
enfermedades producidas por estos patógenos son uno de los motivos más
importantes de muerte prematura, sobre todo de niños.
Normalmente
estos microbios llegan al agua en las heces y otros restos orgánicos
que producen las personas infectadas. Por esto, un buen índice para
medir la salubridad de las aguas, en lo que se refiere a estos
microorganismos, es el número de bacterias coliformes presentes en el
agua. La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda que en el
agua para beber haya 0 colonias de coliformes por 100 ml de agua.
Son
el conjunto de residuos orgánicos producidos por los seres humanos,
ganado, etc. Incluyen heces y otros materiales que pueden ser
descompuestos por bacterias aeróbicas, es decir en procesos con consumo
de oxígeno. Cuando este tipo de desechos se encuentran en exceso, la
proliferación de bacterias agota el oxígeno, y ya no pueden vivir en
estas aguas peces y otros seres vivos que necesitan oxígeno. Buenos
índices para medir la contaminación por desechos orgánicos son la
cantidad de oxigeno disuelto, OD, en agua, o la DBO (Demanda Biológica
de oxigeno).
En este grupo están incluidos ácidos, sales y metales tóxicos como el
mercurio y el plomo. Si están en cantidades altas pueden causar graves
daños a los seres vivos, disminuir los rendimientos agrícolas y corroer
los equipos que se usan para trabajar con el agua.
Nitratos
y fosfatos son sustancias solubles en agua que las plantas necesitan
para su desarrollo, pero si se encuentran en cantidad excesiva inducen
el crecimiento desmesurado de algas y otros organismos provocando la
eutrofización de las aguas. Cuando estas algas y otros vegetales mueren,
al ser descompuestos por los microorganismos, se agota el oxígeno y se
hace imposible la vida de otros seres vivos. El resultado es un agua
maloliente e inutilizable.
Muchas moléculas orgánicas como petróleo, gasolina, plásticos,
plaguicidas, disolventes, detergentes, etc..., acaban en el agua y
permanecen, en algunos casos, largos períodos de tiempo, porque, al ser
productos fabricados por el hombre, tienen estructuras moleculares
complejas difíciles de degradar por los microorganismos.
Muchas
partículas arrancadas del suelo y arrastradas a las aguas, junto con
otros materiales que hay en suspensión en las aguas, son, en términos de
masa total, la mayor fuente de contaminación del agua. La turbidez que
provocan en el agua dificulta la vida de algunos organismos, y los
sedimentos que se van acumulando destruyen sitios de alimentación o
desove de los peces, rellenan lagos o pantanos y obstruyen canales, rías
y puertos.
Isótopos
radiactivos solubles pueden estar presentes en el agua y, a veces, se
pueden ir acumulando a los largo de las cadenas tróficas, alcanzando
concentraciones considerablemente más altas en algunos tejidos vivos que
las que tenían en el agua.
El
agua caliente liberada por centrales de energía o procesos industriales
eleva, en ocasiones, la temperatura de ríos o embalses con lo que
disminuye su capacidad de contener oxígeno y afecta a la vida de los
organismos
CONCEPTO DE EUTROFIZACIÓN
Un
río, un lago o un embalse sufren eutrofización cuando sus aguas se
enriquecen en nutrientes. Podría parecer a primera vista que es bueno
que las aguas estén bien repletas de nutrientes, porque así podrían
vivir más fácil los seres vivos. Pero la situación no es tan sencilla.
El problema está en que si hay exceso de nutrientes crecen en abundancia
las plantas y otros organismos. Más tarde, cuando mueren, se pudren y
llenan el agua de malos olores y le dan un aspecto nauseabundo,
disminuyendo drásticamente su calidad.
El proceso de
putrefacción consume una gran cantidad del oxígeno disuelto y las aguas
dejan de ser aptas para la mayor parte de los seres vivos. El resultado
final es un ecosistema casi destruido.
Agua eutrófica y oligotrófica
Cuando
un lago o embalse es pobre en nutrientes (oligotrófico) tiene las aguas
claras, la luz penetra bien, el crecimiento de las algas es pequeño y
mantiene a pocos animales. Las plantas y animales que se encuentran son
los característicos de aguas bien oxigenadas como las truchas.
Al
ir cargándose de nutrientes el lago se convierte en eutrófico. Crecen
las algas en gran cantidad con lo que el agua se enturbia. Las algas y
otros organismos, cuando mueren, son descompuestos por la actividad de
las bacterias con lo que se gasta el oxígeno. No pueden vivir peces que
necesitan aguas ricas en oxígeno, por eso en un lago de estas
características encontraremos barbos, percas y otros organismos de aguas
poco ventiladas. En algunos casos se producirán putrefacciones
anaeróbicas acompañadas de malos olores Las aguas son turbias y de poca
calidad desde el punto de vista del consumo humano o de su uso para
actividades deportivas. El fondo del lago se va rellenando de sedimentos
y su profundidad va disminuyendo.
Nutrientes que eutrofizan las aguas
Los
nutrientes que más influyen en este proceso son los fosfatos y los
nitratos. En algunos ecosistemas el factor limitante es el fosfato, como
sucede en la mayoría de los lagos de agua dulce, pero en muchos mares
el factor limitante es el nitrógeno para la mayoría de las especies de
plantas.
En los últimos 20 o 30 años las concentraciones de
nitrógeno y fósforo en muchos mares y lagos casi se han duplicado. La
mayor parte les llega por los ríos. En el caso del nitrógeno, una
elevada proporción (alrededor del 30%) llega a través de la
contaminación atmosférica. El nitrógeno es más móvil que el fósforo y
puede ser lavado a través del suelo o saltar al aire por evaporación del
amoniaco o por desnitrificación. El fósforo es absorbido con más
facilidad por las partículas del suelo y es arrastrado por la erosión
erosionadas o disuelto por las aguas de escorrentía superficiales.
En
condiciones naturales entra a un sistema acuático menos de 1Kg de
fosfato por hectárea y año. Con los vertidos humanos esta cantidad sube
mucho. Durante muchos años los jabones y detergentes fueron los
principales causantes de este problema. En las décadas de los 60 y 70 el
65% del peso de los detergentes era un compuesto de fósforo, el
tripolifosfato sódico, que se usaba para "sujetar" (quelar) a los iones
Ca, Mg, Fe y Mn. De esta forma se conseguía que estos iones no
impidieran el trabajo de las moléculas surfactantes que son las que
hacen el lavado. Estos detergentes tenían alrededor de un 16% en peso de
fósforo. El resultado era que los vertidos domésticos y de lavanderías
contenían una gran proporción de ión fosfato. A partir de 1973 Canadá
primero y luego otros países, prohibieron el uso de detergentes que
tuvieran más de un 2,2% de fósforo, obligando así a usar otros quelantes
con menor contenido de este elemento. Algunas legislaciones han llegado
a prohibir los detergentes con más de 0,5% de fósforo.
Fuentes de eutrofización
La
eutrofización es un proceso que se va produciendo lentamente de forma
natural en todos los lagos del mundo, porque todos van recibiendo
nutrientes.
Los vertidos humanos aceleran el proceso hasta convertirlo, muchas
veces, en un grave problema de contaminación. Las principales fuentes de
eutrofización son:
- los vertidos urbanos, que llevan detergentes y desechos orgánicos
- Los vertidos ganaderos y agrícolas, que aportan fertilizantes, desechos orgánicos y otros residuos ricos en fosfatos y nitratos.
Medida del grado de eutrofización
Para
conocer el nivel de eutrofización de un agua determinada se suele medir
el contenido de clorofila de algas en la columna de agua y este valor
se combina con otros parámetros como el contenido de fósforo y de
nitrógeno y el valor de penetración de la luz.
Medidas para evitar la eutrofización
Lo
más eficaz para luchar contra este tipo de contaminación es disminuir
la cantidad de fosfatos y nitratos en los vertidos, usando detergentes
con baja proporción de fosfatos, empleando menor cantidad de
detergentes, no abonando en exceso los campos, usando los desechos
agrícolas y ganaderos como fertilizantes, en vez de verterlos, etc. En
concreto:
- Tratar las aguas residuales en EDAR (estaciones depuradoras de aguas residuales) que incluyan tratamientos biológicos y químicos que eliminan el fósforo y el nitrógeno.
- Almacenar adecuadamente el estiércol que se usa en agricultura.
- Usar los fertilizantes más eficientemente.
- Cambiar
las prácticas de cultivo a otras menos contaminantes. Así, por ejemplo,
retrasar el arado y la preparación de los campos para el cultivo hasta
la primavera y plantar los cultivos de cereal en otoño asegura tener
cubiertas las tierras con vegetación durante el invierno con lo que se
reduce la erosión.
Reducir las emisiones de NOx y amoniaco.
- Autor: Br. Miguel Mujica
- C.I V-14543284
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